Unas fiestas con más de 400 años de antigüedad

El 16 de agosto el barrio de San Roque se engalana para conmemorar la que es considerada la festividad más antigua de la localidad. Según se cree, el pueblo de […]
El 16 de agosto el barrio de San Roque se engalana para conmemorar la que es considerada la festividad más antigua de la localidad. Según se cree, el pueblo de Arganda fue azotado por la gran epidemia de peste que asoló España en 1599. Ese año murieron 133 argandeños, de una población que por entonces no llegaba a los tres mil habitantes. Los ciudadanos hicieron entonces voto a San Roque, emitido el último día de octubre de 1600 y ratificado por el Cardenal Arzobispo de Toledo. Ofrecía hacer una imagen de San Roque y una ermita en su honor, guardar y holgar su día perpetuamente y hacer una procesión a dicha ermita con una misa solemne. La construcción de la ermita comenzó en 1600 y se terminó en 1603, junto a la Fuente Nueva, siendo reconstruida en 1787.
En 1834 una epidemia de cólera arrasó la población, convirtiéndose en la más dura sufrida en la historia de la localidad. San Roque, junto a otras imágenes, fue sacado de su altar y colocado en la plaza para que las gentes hiciesen sus rogativas. Las muertes por cólera, que habían segado 295 vidas, cesaron cerca de la festividad del 16 de agosto, haciendo que la devoción al Santo aumentara.
A finales del siglo XIX la fiesta consistía en la procesión del Santo desde la Ermita hacia la iglesia y regreso al día siguiente. En la pequeña explanada de la Ermita se celebraba una verbena amenizada por una charanga y regada con la tradicional limonada. En las calles cercanas se montaban puestos donde se vendía trigo tostado, horchatas y helados. Los hortelanos, durante estos días, tenían la costumbre de vender ramitos de albahaca para colocarlos en la solapa. Durante las fiestas se encendían las luminarias, tal vez como recuerdo de las hogueras aromáticas y desinfectantes que se montaban en las epidemias. Para hacer esta gran lumbre, grupos de personas iban por las casas pidiendo objetos inservibles que serían quemados. Cuando la altura de las llamas lo permitía, los jóvenes efectuaban saltos sobre la hoguera.
Estas actividades festivas estaban y están organizadas por la Cofradía del Glorioso San Roque, la cual data del siglo XVII y fue reorganizada en marzo de 1940. En la actualidad las fiestas duran varios días con juegos infantiles, orquesta, fuegos artificiales, y degustación de limonada y de las tradicionales Rosquillas del Santo. Entre los actos religiosos se incluyen una santa misa en la Ermita, una procesión de la imagen de San Roque y una misa por los cofrades difuntos.
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