Tres siglos después… ¡y como nueva!
Si hay un edificio que singularice el skyline de Arganda del Rey, ese es, sin duda, la iglesia de San Juan Bautista. El templo original se construyó en el siglo […]
Si hay un edificio que singularice el skyline de Arganda del Rey, ese es, sin duda, la iglesia de San Juan Bautista. El templo original se construyó en el siglo XV y es citado en el Quijote, pero el actual se erigió entre los siglos XVII y XVIII.
En el año 1709, el maestro Francisco Paniagua acomete la realización de los dos portones, el de oriente, el de poniente y sus correspondientes canceles por un importe documentado de 10.200 Reales.
Hace más de tres siglos que los fieles acceden a la iglesia por esas puertas, compuestas por dos hojas que suman casi 15 m² y que, a pesar del tiempo transcurrido no presentaba problemas de solidez estructural.
Solidez y podredumbre
Cuando la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, atendiendo la petición de la Concejalía de Patrimonio de Arganda del Rey, decidió la restauración, el informe elaborado por la empresa 'Madeplagas' señalaba que: la madera queda oculta tras varias capas de pintura, que impiden conocer en detalle su estado.
Los daños observables son debidos a la erosión superficial, especialmente graves en la zona inferior, la más azotada por el agua donde algunas piezas estaban totalmente podridas.
Su estudio precisaba las características del portón decorado con florones en los cuarterones centrales e imágenes de iconografía difícilmente reconocible (posiblemente San Juan Bautista y el Bautismo de Cristo) en la imposta central.
Las características formales y constructivas confirman que se trata del portón original de 1709. Entre el 23 de abril y el 22 de mayo se realizó la restauración.
La primera fase consistió en el decapado, mediante calor y procedimientos físicos, para eliminar las diferentes películas de barniz, tanto de las puertas como de los herrajes y vierteaguas.
A continuación se procedió a sustituir las piezas de madera no recuperables por otras iguales a las originales. En la imagen de la noticia se aprecian las incrustaciones nuevas. Las zonas desgastadas y pequeños deterioros se restituyeron mediante el moldeo in situ con epoxy madera.
Una vez concluida la restauración se protegió e igualó toda la madera con una aplicación de un lasur en nogal mate y dos manos más de lasur incoloro. Los herrajes y el vierteaguas también fueron tratados.
Los fieles vuelven a cruzar el portón de oriente que ha recuperado su prestancia original sin ocultar la erosión del tiempo.
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