La Ermita de Vilches vuelve a ser patrimonio municipal
La Ermita de Vilches vuelve a ser patrimonio municipal tras la cesión desinteresada al Ayuntamiento de Arganda del Rey por parte de las hermanas Elisabeth Rothfritz Schich y Margarita Elena […]
La Ermita de Vilches vuelve a ser patrimonio municipal tras la cesión desinteresada al Ayuntamiento de Arganda del Rey por parte de las hermanas Elisabeth Rothfritz Schich y Margarita Elena Rothfritz Schich de los terrenos donde está ubicado el edificio del siglo XVII. Las dos hermanas propietarias de la parcela, conscientes del notable interés y el valor patrimonial que tiene la Ermita de Vilches para la historia de Arganda del Rey, han cedido gratuitamente la parcela con la idea de una futura puesta en valor del bien patrimonial y garantizar su conservación y difusión. La cesión incluye un tramo para la adecuación de un camino de acceso a la ermita.
La Ermita de Vilches se localiza a unos 2,5 kilómetros del centro urbano, junto a la carretera de Campo Real, en el lugar donde se encontraba la antigua aldea de Vilches que fue despoblada por sus habitantes en el siglo XIV, posiblemente por un brote de peste negra. En el siglo XVI el sitio de Vilches se convirtió en mayorazgo de la familia Santoyo que fueron los promotores de la casa y de la ermita. Más tarde, en el siglo XVIII, pasó al Arzobispado de Toledo hasta la desamortización de Mendizábal, cuando la adquirió Gonzalo José Vilches y desde entonces ha sido una propiedad de titularidad particular. En 1812 el Arzobispado decidió cerrar el edificio al culto por el estado de deterioro en el que quedó tras el paso de las tropas francesas por la villa.
Construida a comienzos del siglo XVII sobre los restos de una ermita anterior, posiblemente de estilo mudéjar, la Ermita de Vilches tiene un notable valor patrimonial, histórico, arqueológico, artístico y cultural como recurso para fortalecer la identidad y la cultura de la ciudad, y un importante grado de protección en la Comunidad de Madrid como Bien de Interés Patrimonial y Yacimiento Arqueológico.
El edificio tiene planta formada por una única nave rectangular y cabecera octogonal que aún conserva el arranque de la cúpula con tambor circular que cubría el espacio. La fábrica de los muros es de aparejo toledano con hileras de mampostería, mientras que en el interior las paredes están decoradas con motivos arquitectónicas de pilastras y cajeados.
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