La charca perfecta para los batracios de Arganda

El Punto de Reproducción de Anfibios está en algún lugar del Parque Regional del Sureste, dentro del término municipal de Arganda del Rey. Es una pequeña parcela vallada de 10 […]
El Punto de Reproducción de Anfibios está en algún lugar del Parque Regional del Sureste, dentro del término municipal de Arganda del Rey. Es una pequeña parcela vallada de 10 m² que acoge a especies que ya se encontraban en la zona pero sin espacio, amenazadas por depredadores y también por la acción del hombre.
Se trata de un trabajo, iniciado hace aproximadamente un año, en el que colaboran la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y la Concejalía de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente, Sostenibilidad y Servicios a la Ciudad de del Ayuntamiento de Arganda del Rey.
Aunque no se ha elaborado un censo, se ha constatado un importante crecimiento en la población de todas las especies: sapo partero común, sapillo pintojo meridional, sapillo moteado, sapo común y rana común. Las tres primeras están recogidas en el listado de especies en Régimen de Protección Especial y la tercera, además, se considera Especie Vulnerable.
Estos anfibios se han visto en peligro no solo por la existencia de depredadores naturales como aves y reptiles, sino principalmente por la pérdida de su hábitat al desecarse las charcas o contaminarse con productos fitosanitarios (plaguicidas).
Otro problema bastante grave para los anfibios en España -señala Carolina Carrasco, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arganda- son algunos hongos que atacan su piel, como el Batrachochytrium dendrobatidis, un fenómeno que se ha visto acrecentado por el calentamiento global. Hay que tener en cuenta que los anfibios tienen respiración cutánea.
El Museo de Ciencias Naturales perteneciente al CSIC tiene en su página web, que puede enlazarse aquí, gran información sobre las especies que podemos encontrar en Arganda.
En el caso del sapillo moteado, explica que su reproducción está vinculada a la lluvia. La aproximación de las hembras se produce tras varias horas de canto de los machos que emiten dos notas, la primera más alta, de un sonido metálico.
Cuando la pareja se encuentra, el macho sujeta a la hembra gracias a las callosidades nupciales que posee en manos y antebrazos. El apareamiento dura varias horas tras las cuales la hembra deposita los huevos y, de forma simultánea, el macho los va fecundando.
Según los datos que maneja la Consejería de Medio Ambiente y la Sociedad Herpetológica Española, la charca de Arganda se ha convertido en uno de los puntos más importantes de Madrid para la reproducción de estos sapos y ranas, uno de los cuales, el sapillo pintojo meridional, es una especie exclusivamente española.
Carolina Carrasco recuerda que, dejando al margen el interés gastronómico, los anfibios pueden tener interés farmacológico al existir estudios al respecto que aseguran que pueden excretar a través de su piel sustancias para mejorar el riego sanguíneo o incluso con efectos analgésicos y antibióticos.
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